Las montañas cántabras fueron los testigos de este enlace matrimonial en el exterior de una casa a las afueras de la localidad de Potes. Los familiares fueron los encargados de montar el suelo de madera, e incluso de colocar el pasillo que conectaría la zona del banquete y la pista de baile.
Para ello, colocamos dos carpas de color arena de gran tamaño, embelleciendo todavía más este paisaje natural y creando un ambiente único.